Tumblr Mouse Cursors

sábado, 26 de diciembre de 2015

Timbrazos.

Estuve cerca del año encogiéndome cada vez que llamaban a la puerta y soñando que venías con el rabo entre las piernas -literal y metafóricamente hablando-  y me decías, entre otras muchas cosas, que yo y solo yo era la "mujer de tu vida". Era un remix entre imaginar que venias, me estampabas contra la pared, y sin mediar palabra me arrancabas las bragas de un zarpazo y follábamos como si no hubiera un mañana, y un tú cabizbajo, romántico y dulce, con declaración de amor y bombones incluidos.
Era como si de toda la parafernalia que me había inventado para soltar cada vez que estaba borracha ("eso ya está olvidado", "a rey muerto, rey puesto", "¿quién? No me suena ese nombre para nada") se me olvidara de un timbrazo, y me ponía a babear como el perro de Pavlov.



domingo, 13 de diciembre de 2015

Motivo nº1

Follábamos con una canción triste de fondo, 
¿cómo pretendías que lo nuestro saliera bien?
si a cada sinsentido le poníamos unos cuantos orgasmos de por medio,
como si fuese posible arreglar algo hecho añicos.



sábado, 5 de diciembre de 2015

364

 
Todos estos lugares tan familiares
están cada vez más vacíos de vicio,
como si desde aquel día las farolas se hubiesen apagado entre gemidos y lágrimas. 
Como si nunca te hubiese susurrado que no te fueras, o como si nunca me hubiese equivocado adrede de hora para escucharte dormir cinco minutos más, aunque eso implicase llegar tarde a cualquier lugar que no me importaba. No más que tu boca.
Parece que todo está tan frío como mis pies helados que exigían una tregua a tus  sábanas ardiendo, o mis pulmones encharcados de ti que pedían un alto al fuego a tus manos sobre mi. 
Todo esto se asemeja a mi no-manera de ser romántica, a mí forma de esconderme entre tu brazo izquierdo del mundo, a los miedos que te gritaban mis ojos cada vez que me alejaba 100 km.

Y ya no hay lugar al que quiera llamar hogar,
todo está gris desde que te fuiste de aquí,
porque 365 días no son suficientes para barrer un recuerdo,
y aquí a ratos huele a ti, a mí, a algo que algunos dicen que era de nosotros.
A algo que yo no consigo recordar,
pero ante todo,
tampoco consigo olvidar.


sábado, 24 de octubre de 2015

Eres una.

Eres una zorra,
pero aquella a la que echo de menos,
día sí y día también,
aquella a la que le gritaría:
"Eres idiota, ¿es que no lo ves?"
y aquella que nunca lo vio o no quiso creerlo.
Y allí está ella, viendo a esa, que soy yo,
no ser capaz de decir adiós.
Porque solo quise decirte hasta luego,
esperando que tu dijeses "espérame".

lunes, 28 de septiembre de 2015

Declaración de intenciones.

No importa cómo de caliente esté mi piel
si llevo helada por dentro demasiado tiempo,
no importan los besos que le regales a mi piel
si no sabes follarte mi alma,
tampoco importan las veces que me grites que me quieres
si mi cerebro solo te imagina vomitando palabras desordenadas
y no importa que maquilles mis silencios con premeditado interés 
si lo que me dices está tan vacío como mi corazón,
y por supuesto que tampoco importan las veces que consigas que me corra
si no consigues que corra hacia ti buscando un minuto más contigo.


domingo, 27 de septiembre de 2015

Jode(r) invierno(s)

Y ya no sé si son las ausencias las que marcan el vacío, la irracionalidad de necesitar sentirme sola o estas ganas, que con vida propia se equiparan a mis miedos, y me piden volver a revivirte en alguien completamente distinto.
Y no hay otro como tú,
no hay un tú aún siendo otro,
no hay nivel de intensidad que se equipare al roce de unas manos muertas llenas de tus recuerdos.
que solo fueron amor en tus salidas de emergencia
y se dejaron llevar solo cuando en caminos vacíos firmábamos acuerdos
para llegar a la última parada donde la protagonista no era yo, era tu presencia.

Necesito que llegue el frío y te vayas en otro invierno más
y que por fin llegue ese diciembre definitivo,
en el que mis manos heladas dejen de buscar un calor parecido al que emanaba tu cuerpo cuando yo estaba cerca,
que después llegue el deshielo y no me rompa de un zarpazo,
y que sin miedo mi cordura acabe reconociendo que un corazón roto no vuelve a amar igual.



miércoles, 16 de septiembre de 2015

Los hombres de mi vida.

Recuerdo la inocencia de un primer beso,
la sinceridad de tu inexperiencia
y los años que crecimos juntos.
Recuerdo los sueños de una vida,
lo adictivas que eran tus manos,
y como entre gemidos te pedía que no te fueras.

Recuerdo los primeros te quieros de colores,
los paseos infinitos en coches,
tu insistencia en adueñarte de mis noches
y mi seguridad en todo momento de saber que no eras tú.

Recuerdo la nicotina de tus besos,
las mentiras de tu cuerpo,
y como tus manos trepaban por mis piernas a 130 km/h.
Recuerdo tu sonrisa escondida en medio de la gran capital 
y como la Gran Vía fue testigo de sus llamadas
mientras te follabas los kilómetros en mi cama.

Recuerdo tu "que hace alguien como tú en un sitio como este",
tu alegría y mis abrazos poliédricos en cualquier estación del Sur.
Recuerdo cientos de maletas deshechas 
y la impuntualidad de mis ganas,
los orgasmos que regalamos a la luna
y tu sonrisa infinita, 
al igual que mis mentiras.






lunes, 31 de agosto de 2015

Con A de "abre la boca"


Esa noche todo terminó entre mis bragas
perdida en tu apellido y en todas los lunes que no quisimos madrugar.

Abro los ojos
y te veo desde abajo
preparándome para lo que llega. 

Cierro los ojos
y te escucho en mi cuello
ahogándome en los mares que creas.

Y me encuentro allí 
perdida en todos los sinsabores de las sonrisas que le dedicas a otra
y en la zozobra de unos abrazos que regalas a medias.

Que yo solo me sentía libre 
cuando me follabas al ritmo de "eres mía"
y que solo llegábamos a tiempo 
cuando era necesario correrse.

Y la dependencia a tus manos no la cubre la seguridad social.





sábado, 15 de agosto de 2015

Delirio

Y qué más podría decirte cuando ya te lo había dicho todo, si la vida nos había puesto delante todo aquello que podíamos saltar, a veces con menos entusiasmo del que debiera.
Si después de darle un trago a ese café amargo y frío, no me quedaron mas motivos para plantarte delante y que quisieras seguir esquivando árboles conmigo. No me quedaba mas que una puerta sombría delante que debía cruzar sola. Y ya no le tenía miedo. El momento había llegado justo cuando creía que era inoportuno plantarte un beso en la frente y curarte de todos los sinsabores que la vida te estaba regalando.
Ya no me quedaba más remedio que seguir remando en los mares que formaban mis trenzas deshechas, para no ahogarme en el charco que asomaba por mi ombligo. 

Esto bien podría haber sido el simple final de una triste historia, en mi caso firmé porque todo aquello solo fuera un comienzo,
mientras seguía esperando el principio definitivo en manos de una pluma rota sin tinta.


jueves, 13 de agosto de 2015

Próxima estación.

Estoy viajando a través de esta canción
a punto de bajarme en la próxima estación
y solo puedo convertirme en todo eso que da miedo,

y soy medio vinilo rosa sonando de fondo
y medio gemidos en tus oídos,
soy mi miedo a irme
y mis ganas de no volver a verte,
la suerte de que mis caderas se claven en ti acompasadas
y las ganas de coger ese tren que me lleva lejos de ti,
y cerca de tus miedos, tus fracasos, él.
Soy un montón de sonrisas que son mentira,
soy tú esperándome en otra ciudad,
soy el otro esperándome en mi cama,
soy un desayuno de lunes en otras manos que no son las suyas,
soy mentira y credibilidad a partes iguales cuando me tienes cerca,
soy un nudo en mi garganta cuando me hablas de él,
soy todo sí si él me llama,
soy un silencio que grita que me olvides
y un montón de recuerdos que te regalo por miedo a que me creas,
soy yo besando tus miedos,
tú creyendo que te quiero,
soy indecisión, su sonrisa de medio lado y tus dientes afilados.
Soy un monstruo que nace de debajo de su cama
y se mete en la tuya.
Soy tú tendiéndome la mano,
yo no queriendo ahogarme
y él gritando bajo mis bragas.

Y la próxima estación solo me lleva a seguir con la mentira
de creer que eres tú aun siendo otro.


jueves, 6 de agosto de 2015

Y todo eso que nunca te he dicho.

Me gusta tu sonrisa torcida
Tus manos traviesas
Tus dientes afilados 
Tus ojos entreabiertos
La naturalidad que desprenden tus silencios
Lo adictivos que son tus alientos
Tu rodilla hacia atrás
Tu ingenuidad al mirarme y reír 
La vida de tu espalda
Los miedos de tus cicatrices 
La infinitud de tus abrazos 
Las estrellas de tu coche
Y que me pidas que te cante a viva voz
Tus rugidos en mi oído 
Tu cara de que no es suficiente 
Tu adición a mis caderas
Tus brazos cuando aprietan 
Tus manos cuando mandan 
Tu boca cuando muerde
Y tus ganas de que te pida esa tregua que nunca me das.



lunes, 29 de junio de 2015

"Te quiero pero."

Jugar rozando la perfección pasó factura a mis manos mullidas,
que no cansadas de tocarte, si proclamaron un alto al fuego,
y que le pregunten a las cicatrices de tu espalda
si alguna vez fue verdad que las mejores guerras las aplacábamos en tu cama.
Quizás ellas puedan decir de nosotros mucho más que tu mirada triste.

Busqué respuestas hasta debajo de las huellas de tus manos en mi cama deshecha,
y sólo encontré un montón de indiferencia amontonada con tu pijama revuelto
y un cúmulo de malas decisiones que me llevaron a gemir bajito a tu oído para que no te fueras,
y allí, a la derecha de mi olvido,
solo pude observar como triste y vacío no te quedaban más opciones que abandonar,
quizás la solución a tu trepidante huida
no era más que cortar esa melena que cada noche te esforzabas en enredar.



miércoles, 17 de junio de 2015

Noches.

Y no fue fácil pero fue nuestro y eso fue suficiente para sacarte de mi cama un segundo y darme cuenta de que solo volveríamos a ser cada vez que recordásemos que aunque no fue posible, alguna vez fue real fuera de estas cuatro esquinas.

martes, 26 de mayo de 2015

Bye, loser.

Sé que aprendiste a escribir versos cuando empezaste a sumar inviernos.

-Dorian.

Aquel invierno fue el invierno más triste de todos los inviernos que sintieron mis huesos,
aquellos diciembres, llenos de mochilas cargadas de miedos, fueron la excusa perfecta para perderme en los ojos que siempre había ignorado -los míos-.
Supongo que creí que una vez a la semana era suficiente para acabar creyéndome un mar de mentirás, y no era más que eso, un mar de por medio. Era tan salada que algo tan dulce jamás hubiese salido bien, algo así nunca pudo ser real porque, lejos de lo metafísico, lo único que mantuvo en pie tantas dudas fueron palabras ordenadas con premeditada consideración que, no siendo fiel a la realidad, dos cuerpos vacíos necesitaban creer y crear.
Fuimos eternos mientras creímos en algo que nunca nos importó no cuidar.
Fuimos un saco de podredumbre que tú llamabas amor y yo solo lo hacía.
Y de verdad que creí que todo eso era suficiente y me perdí, sin querer, en un bucle de amaneceres en diferentes ciudades que a veces llamé "mi hogar".



Jamás escribirán sobre nosotros nadie que no sea yo.
Nunca serás otra cosa que un recuerdo que yo tergiverso.
Muy probablemente nunca jamás en mi corta existencia vuelva a mirarte de frente.
Con total probabilidad no seremos nada que sea real.
Tus manos nunca más me acariciarán la mejilla mientras me dices que todo irá bien,
nunca besaré las cicatrices de tu espalda,
nunca me perderé en otra estación de tren mientras te busco.
Muy probablemente moriremos y el otro ni siquiera lo sabrá.

Solo serás una maleta cargada de la indiferencia más bonita que mostraré jamás.







martes, 7 de abril de 2015

Poesía en mi espalda.

Y yo que pensaba que el amor era eso que hacíamos cuando entrabas en mi habitación,
 me abrazabas por la espalda y de soslayo
acabábamos follando contra el suelo frío.

Y ahora resulta que no,
que la gente se muere de amor y de pena,
que lloran por ausencias
y se creen románticos por leer poesía.

Que ingenuidad más tonta...
Ven, que vamos a demostrarles en que consiste esto.


jueves, 26 de marzo de 2015

Ven y sírvete tú mismo.


Fuimos muy de follar hasta exprimirnos por dentro, como un zumo de naranja demasiado fuerte.
Fuimos nuestro buffet libre favorito para un desayuno clandestino.
Fuimos un interrogante constante, una mano que no asfixia pero aprieta.
Fuimos un ejemplo para muchos; y un ejemplo para mí misma del "no debo"
Fuimos un suelo mojado, mis pies en tu espalda, tus manos en mi pelo.
Fuimos olor a incienso, un domingo en mis caderas, un día cualquiera en tus rodillas.
Fuimos droga y dolor a partes iguales, adicción y miedo.
Fuimos un "ven y sírvete tú mismo", que yo desde aquí arriba te veo más guapo.
Fuimos tu respiración en la mía, mis pulmones suplicando una bocanada más.
Fuiste latidos descompasados apretando fuerte, tus dientes hirientes, una sonrisa triste.
Fui un mar de miradas que gritaban, mis uñas clavadas en tus esquinas, una sonrisa triste.

Fuimos todo eso que no debe ser pero que volvería a creer mil veces si hoy lo pidieras.


domingo, 1 de marzo de 2015

Oda

Oda a la libertad, a la felicidad, a la vida.
Oda al no, al si, al amor propio.
Oda a los silencios, a las palabras, a la poesía.
Oda a decir adiós, a enamorarnos de nosotros mismos, a desenamorarnos de otros.
Oda a crecer, a superar, a crear e imaginar.
Oda al sexo, al amor y al vino,
a las noches, los sueños, las resacas de ti,
a todas esas veces que sin dudarlo te dije que si.
Oda a todas esas personas que dicen que estamos predestinados,
a mí por creerlo, a ti por ignorarlo.
Oda a tu respiración sobre la mía, a tus manos rozándome las mejillas.
Oda a todo eso que no es amor pero lo hacemos.
Oda a la realidad, a mi imaginación, a tu espalda,
a mis ganas, tus lunares y mis lunas.
Oda a mis motivos, a tus respuestas, a nuestros miedos,
a la ginebra que bebo de ti, al dolor de haberte tenido tan dentro.
Oda a los siempres, al primer amor, a los recuerdos,
a la infancia, las miradas y los besos.
Oda a tus abrazos que curan, a tu sonrisa de medio lado,
a mí en las camas de otros, a otras en tu cama.
Oda a todos los errores que no fueron error porque eras tú.
Oda a todo lo que te digo sin decir ni mu.


miércoles, 11 de febrero de 2015

La historia de X.

Todo cambió el día que me vi sin maquillaje y no fui capaz de reconocerme a mí misma. Ese mismo día me di miedo, ¿realmente era una desconocida la que me estaba escrutando al otro lado? Sentí terror y unas ganas inmensas de coger todos los potingues que guardaba en el segundo cajón. Pero no lo hice. Seguí mirando a esa persona, percatándome de cada uno de los detalles que tanto tiempo había ignorado; un grupo de pecas por aquí, una marca por allá y alguna que otra arruga, o como lo llaman las mujeres que alardean de que el paso del tiempo no les preocupa, marcas de expresión. La verdad es que en mi cara no había mucha expresión desde hacia unos años, me había convertido en algo que no padece pero siente mucho.
Y recalco lo de "algo".
Lo peor no era odiarme a mi misma, ni siquiera era el hecho de rodearme de hombres que me faltaban el respeto porque total, si yo misma me lo faltaba ¿Por qué no iba a dejar que otra persona lo hiciera? Lo peor, sin duda, eran las distorsiones. En menos de cinco minutos podría pasar de verme "bien" frente al espejo a ver a un monstruo en él. ¡Y eran reales! Estaba allí, podía cerrar los ojos una y mil veces que aquella imagen seguía presente frente a mí, y terminé creyendo que aquel monstruo no era otra cosa que el reflejo de mi misma. De lo que los demás veían de mí.
La comida solo fue una excusa. De pequeña siempre había disfrutado comiendo en sociedad, me gustaba, nunca tuve ningún problema y en casa siempre se comió bien.  La comida solo fue un blanco fácil contra mí, era relativamente sencillo privarme de la energía que me mantenía.
 Nunca jamás me sentí bien más de dos segundos seguidos cuando perdía peso. El éxtasis llegaba y era algo tan efímero que ya estaba pensando alguna otra cosa para conseguir más. Siempre quería más y por contradictorio que parezca la falsa aprobación de los demás nunca hizo que me sintiera mejor, nunca me vi más guapa, nunca sentí que estaba más delgada y pensaba que nunca sería feliz.
Volviendo al día que me miré en el espejo, a mí, a X sin maquillaje, algo en mí hizo "chas", como una luz que lo barre todo. Después de ocho años de tratamiento algo dentro de mí sintió que la chica que me estaba mirando con cara triste era yo pidiéndome auxilio, era yo gritándome sin voz que por mucho que tapase mi cara mis heridas no iban a sanar sin enfrentarme a ellas.

Ese día no ocurrió algo milagroso. La enfermedad no se fue definitivamente de mi vida hasta pasar un buen tiempo. No hay magia en esto, un día no te despiertas y dices "voy a comer bien y no voy a vomitar nunca más". Eso nunca llega. Pero si llega un proceso de mejora en el que tras hacerte mucho daño a ti misma sientes que debes rendirte, porque rendirte no significa abandonar, significa aceptar que necesitas ayuda. Significa que todas esas personas que una vez te llamaron "gorda" se esfuman de un plumazo, empezando por ti misma. Significa que empiezas a sentir que tu cuerpo solo es un vehículo, nos mantiene en pie y nos lleva a los lugares que nos hacen felices y que por ello debes curarte. Significa que la herida picará, que picará mucho porque está sanando, querrás extirpar esa herida de ti, pero aceptarás que es muy difícil extirparte a ti mismo y verás que algún día en esa bonita cicatriz nacerán flores y estarás curada.



--
Gracias por inspirarme, X.
Porque todas ellas son X y porque cada día me roban un poquito más de corazón.


domingo, 1 de febrero de 2015

Todas las flores.



Y quizás el problema es que...
Nunca me paré a llorarte.
Nunca me di la oportunidad de ser débil.
Nunca me detuve ni un segundo a olvidarte
porque nunca te recordé.

Y entonces apareces, descaradamente, sin llamar, con ese maldito pelo despeinado, con los ojos entreabiertos.
Y en forma de canción.
Y te inspiro y me abres en canal.
Y no eres tú. Solo son 3:48 jodidos minutos más sin ti.
Y es como si nunca me hubiese ido...
Cuando la realidad es que nunca me terminé de quedar.

Quizás nunca me he parado a pensarte.
Y quizás solo sé recordarte así, jodidamente triste feliz.
Quizás solo llegué a amarte a través de la música.

'Y es que fue llegar tú y el aire dejó la calma para otra ocasión.'


Pero no te preocupes, solo somos yo y mi caos recordándote.
Escribiendo algo que nunca leerás.
Pensando todo eso que jamás te diré.
Recordando todo eso que nunca ocurrió.
Y eso sigue siendo terriblemente bonito sin ti.



domingo, 25 de enero de 2015

Si me rompes, me pagas.

Me ha costado tanto tiempo encontrarme,
que no estoy dispuesta a perderme de nuevo.
Me ha costado tanto tiempo perderte la pista,
que no quiero volver a verte más.

Pero si volviera a verte solo una vez, te volvería a decir "si" mil veces.
Volvería a desnudar cada uno de tus lunares y retorcer cada uno de tus "no"
hasta convertirlos en un quizás más. Seguido de un "más nunca tú"
Y yo solo volvería a equivocarme otras cientas de veces más
si de por medio está tu boca, tus manos y mis ganas.
Y acabo por arrepentirme de todas esas veces que te dije que no,
y no de las pocas que dije si.

Que cuando más guapo te vi fue entre mis piernas
y si algún día dudé fue cuando te imaginé en las de otras.
Y me creí súper heroína cuando después de un orgasmos intentaba salvarte,
y al final solo fui una adicción más de tantas.

Y te guardo todos estos rencores en una caja aquí junto a tus cosas,
por si algún día te atreves a mirar dentro
y me encuentras a mí,
pequeña y mirando hacia la izquierda, donde siempre me gustaba encontrarte.
Donde nunca estabas.

Y que vas a esperar de mí si me enamoro de todo eso que no tengo.
Y tú nunca fuiste mio.
Que esperas si mi desayuno se basaba en ti y en mi pelo enredado.
Si lo más parecido que sentí a morir fue en mis costillas cada vez que te ibas.

Que bonito el amor
y que hijo de puta tú, que no te quedas,
pero tampoco te terminas de ir.




jueves, 22 de enero de 2015

Diez. O casi.

Poco se habla de esas personas que entran, te lo ponen todo patas arriba (incluyendo tu espacio físico vital) y aún así acaban marcando todo lo que eres y en cierta medida todo lo que quieres llegar a ser.


Yo soy como soy hoy por como fui con ella, por como ella fue conmigo. 

Por como de la más absurda casualidad hoy es una necesidad.
Por esa relación de tira y afloja.
De odio amor,
De la amistad más sincera y ridícula.
Como nosotras.
Nunca ha dejado de ser lo que siempre ha sido para mí aunque quise creer que si demasiado tiempo. Pero ella hace con mi orgullo lo que le da la gana, lo amolda a sus palabras y se lo carga de un abrazo.
Así es ella. Tan ella que da miedo.
Tan fuerte y frágil a la vez
que sus grietas son precisamente lo que la hacen más bonita.
Hoy todo es "casi igual" que siempre,
Y es que... Diez años hace ya que la conocí.
Y que diez años...


¡DIEZ! 

Diez años desquiciándome como el primer día.
Diez años llenos de abrazos, de risas, de secretos, de mensajes kilométricos. Y de alguna que otra lágrima.
Diez años adorando cada una de tus peculiaridades,
tapándome los oídos cada vez que subes el tono de tu voz,
mandándote a callar por las noches.
Diez años contando los días para verte. Que al final son meses.
Y después unos cuantos años menos tú usurpando mi habitación, mi cama y mi comida.
Pero con esa naturalidad tan tuya.
Tan tú que acaba volviéndome loca.

Nueve años celebrando tu cumpleaños.
Y demasiados años sin celebrarlo juntas.
Creo que hoy daría casi cualquier cosa por darte un abrazo de oso panda enorme, verte sonreír y hacerte esa tarta de queso que te debo.
Hoy daría casi cualquier cosa por decirte que todo va a salir bien, y que nos lo acabemos creyendo juntas.

Joder.
Te echo asquerosamente mucho de menos.

Feliz cumpleaños, L.

 Una vez más.


Te quiero.

domingo, 18 de enero de 2015

Borradores VOL. I

Ven,

que quiero dibujarte

y desdibujarte desnudo.

Ven, 

que quiero encontrarte

tras un grito agudo.


Para verdades la arena que se cuela entre mis dedos, 
un orgasmo bajo las estrellas, 
tu mar rozando mis tobillos, tus silencios.
Para adicción mis cuerdas vocales amarrando cada minuto contigo para que no te vayas, 
mis gritos que se deshacen entre tus manos.
Para dolor la resaca de ti durante días,
Para distancia tenerte a más de dos centímetros,

Ojalá estos desayunos de Lunes a las ocho de la mañana en tu cama
Que no debería pero quiero.
Ojalá fuese posible borrar de mí cada una de las huellas que bordaste en mi cuerpo,
Así quizás sería más fácil pasarme de azúcar en tu café sin que te dieras cuenta,
así, quizás, me creería que puedo controlar estas ganas de lanzarme a tu cuello, 


El problema es que a pesar de que te desquicio como nadie... También te pongo exageradamente cachondo.
Lo siento por sentirlo.


Te tambaleas con una actitud absurda y sobre todo adictiva. 
Escoges el disfraz que mejor se adapta a cada uno de tus impulsos y juegas a la ruleta rusa con todos los sentimientos que te esfuerzas por reprimir. 
Besas cada una de las heridas que regalas en las pieles que no son tuyas 
y relames hasta el más vomitivo instinto animal que nace en mí.
Necesidad es una palabra demasiado grande cuando se trata de ti, cuando se trata de mí. 
Pero ganas no me faltan si eres tú quien crea.

Ya apenas quedan marcas de ti en mi piel y sin embargo aún te siento latir.


Tengo ganas de volver a,
Recibirte en toalla tras una ducha casual que siempre es planeada.
Que me duela el cuerpo de ti.
Que me tiemblen las piernas.
Darte la espalda. Bajar las persianas.
Y que los vecinos nos sigan odiando mientras tú y yo solo sabemos amarnos.

Esto de intentar ser su amiga es una trampa mortal cuando lo único que quiero es correr hacia él.
Y con él.
Sobre todo con él.

Te odio porque te quiero y te quiero porque no puedo dejar de odiarte. 
Lo nuestro nunca fueron las palabras,
Ojalá algún día tú y yo sin ser nosotros, 
en otra ciudad, en otra vida, en otros cuerpos y otros recuerdos, 
para follarte salvajemente y recuerdes por qué solo yo era tuya.