Tumblr Mouse Cursors

martes, 19 de febrero de 2013

Invierno muerto.

Ahora que todo ha cambiado vertiginosamente, que me miro desde el otro lado del espejo y me imagino lo diferente que era mi vida hace demasiado poco tiempo, diferente y no mejor, que no es lo mismo. Me da por pensar que el comienzo del que se supone que va a ser el año de mi vida no podía haber sido mejor-peor que el que fue. Aunque siendo realistas estamos casi en Marzo y me ha dado más dolores de cabeza que otra cosa, pero lo que me ha dado me lo ha dado bien al igual que lo que me ha quitado, me lo ha arrancado de un zarpazo. Perder para ganar. He perdido partes de mí y he ganado demasiada decepción y amor propio que ya no quiero ser lo que fui, no quiero que sea lo que fue. 

Y ahora nos miramos desde lugares diferentes como dos desconocidos que desean suerte a alguien que les da igual, y me auto aconsejo que no eres bueno para mí y nunca lo fuiste para que arrancarte de aquí sea menos dramático. Para no permitirme ni un segundo más echarte de menos como hoy lo hice, porque recordarte no está dentro de mis planes. Porque no es que no te eche de menos, es que no te lo mereces. Porque no es que no te quiera, es que sé que jamás harás nada que me devuelva a tu lado.
Porque es asquerosamente duro olvidar, porque nunca deberíamos entregar nuestro corazón en bandeja a alguien capacitado para destrozarlo porque al final el responsable en reordenar los pedazos que quedan somos nosotros mismos. Nadie hará nada por ti si no tiene las suficientes agallas de ver que es lo que tiene delante, así que hay que dejar de esperar y pasar a actuar, olvidar o dejarse llevar, pero jamás esperar.

Que pase lo que tenga que pasar, que vengas a salvarme o a mi mente le dé por destruir todos tus recuerdos. Pero jamás volveré a soñar contigo, con esas dos enfermizas palabras, con ese número, con tus manos, mis ganas y tu locura. Jamás seremos lo que fuimos, jamás será lo que fue.
Nunca nos perdimos porque en realidad jamás nos encontramos... Hubiese sido muy fácil ahorrar tanto dolor antes de que realmente me creyera que todo era diferente. Ahora sólo hay espacio para el rencor y agallas para girar la cara si te veo venir de lejos.

Todo lo que inventamos está roto, al igual que mi paciencia, al igual que tus ganas.

Este invierno no sabe igual al no decorar los domingos bajo mis sábanas viendo la primera chorrada de película que se me pase por la cabeza mientras te meto mano a cada minuto o me quedo dormida en tus brazos mientras me excuso que es porque la película era aburrida para no reconocerte que es porque estaba asquerosamente segura enredándome en ti... 
De Domingos va la cosa...

Te permito que mates mi invierno, pero no se te ocurra tocar mi primavera.



No hay comentarios:

Publicar un comentario